La esencia de Elvis Presley

La Esencia de Elvis

Desde hace más de 4 décadas soy aficionado a Elvis Presley, uno entre los tantos millones de seguidores que tiene en este mundo. En algún momento de mi historia con El Rey comencé a preguntarme cuáles serían las razones artísticas, sociales y humanas por las que Elvis Presley es tan admirado y tan querido. En resumen, ¿cuál es la esencia de Elvis Aron Presley?

Quizá equivocadamente, supongo que en la mayoría de nosotros creció nuestra pasión en soledad hasta por fin dar con el Club, lo que de repente abrió la puerta a conocer a más frikis… Perdón… A otros súper fans como nosotros mismos. Ciertamente, ése fue mi caso, de tal manera que estando prácticamente solo respecto a mi afición por Elvis, en un momento de mi vida, creí que estaba muy cerca de conocer la esencia auténtica de Presley. Entonces, como he escrito un suspiro más arriba,me encontré con el Club, me asocié y conocí más fans como yo. ¡Llegó el momento de compartir mis opiniones, de corroborar mi verdad presliana!

Entusiasmado, enardecido y ensoberbiado gracias a mi juventud, comencé a escribir artículos, a intercambiar cartas y a hablar, hablar y hablar. Así me encontré con que no todo el mundo era de mi parecer en cuanto a la calidad y significancia de qué canciones, qué álbumes, qué películas, qué actuaciones, etc. Inicialmente aquello lo descartaba con “Bah! Ya llegaran a mis pensamientos en cuanto comprendan mejor al artista y al hombre”. Pues eso, soberbia.

En el siglo XXI llegó internet a todos sitios y con ello, aún antes que facebook, el foro “Walk A Mile In MyShoes” que crearan Antonio GTE y Amtry Peter (sus nombres en la red social). Ruego que me disculpéis aquellos y aquellas a quienes sin intención he omitido en la creación del foro. Dicho foro, en principio, parecía que podría ser un remanso de paz y disfrute puesto que todos los participantes teníamos en común nuestro gusto por El Rey, pero en ocasiones también se convertía en un espacio para el enfrentamiento, tal y como ocurre ahora también… No, no es mal endémico del foro, porque fuera de su ámbito también se presencian discusiones preslianas, que por otra parte son las menos dentro del foro, la mayor parte de las ocasiones reina la paz y el disfrute, como debe ser, pero el ejemplo me viene bien para dirigir mis palabras hacia donde quiero llegar.

Hace unos meses en dicho foro, en su versión facebook, plantee una cuestión que, a su vez, para mí fue un interesante experimento: solicité que se dijeran qué canciones de Elvis éste no debería haber grabado o, dicho de otra manera, qué canciones no nos gustan, excluyendo las bandas sonoras de sus películas. Lo que buscaba con ello no era el enfrentamiento, sino la constatación de que incluso dentro de lo inmensamente de acuerdo que estamos en que la figura de Elvis Presley es primordial en la música del siglo XX, cada uno encuentra sus propias canciones, sus propias razones, cada uno encuentra la esencia de Elvis Presley más apropiada a sus propias esencias. Obviamente las respuestas fueron dispares, para mí algunas disparatadas, como disparatadas fueron para otros mis elecciones negativas.

Entonces, ¿cuál es la esencia de Elvis Presley? Yo no tengo la respuesta, sólo la mía propia, pero no tiene necesariamente que ser válida para ningún otro fan. Quién sabe, quizás fue el momento de nuestra vida en el que él se nos apareció, la canción o la película en la que surgió el encuentro, aunque eso lo reduciría a un hecho meramente fortuito y soy reacio a creerlo, porque somos muchos millones, muchos millones de hechos fortuitos… Así que seguiré pensando que hay algo profundo en él que nos llega a todos, que nos toca el alma y el corazón, pero ya no pretendo averiguarlo, le cedo esa tarea a otros y otras más inteligentes y preparados/as que yo. ¿Qué será-será? Que cada uno/a le asigne las esencias que sean válidas para sí mismo/a, y eso es lo que importa.

Sigamos disfrutando de él,

Jesús Oliver Marquina (JOMair)

25 años: Never been to Spain?

25 años, ya son años, especialmente porque la que escribe estas líneas aún los mira asombrada mientras se le acercan. 25 años es más de una vida, sin duda, un cuarto de siglo cocinado a fuego lento entre horas de oficina, colas de espera en correos, cuantas atrás en el calendario y una bonita colección de entradas arrugadas y guardadas con primor por una chincheta en una pared.

25 años y más de una vida, sin duda, las que guarda Club Elvis en sus anuarios. ¿Quién no ha acabado con más de una copa de más en uno de sus festivales?, ¿Quién no se ha sentado cómodamente a empaparse de las páginas de su revista? ¿Quién no ha buscado (con más sueño que vida) en el cajón esa camiseta que te da una palmada en la espalda antes de echar a andar? Sí, esa que pone Elvis, o Presley, o King, o en tres palabras Club Elvis Spain (de color rosa, para dar más detalles).

En muchas ocasiones la vida nos depara giros en el camino que abren travesías más allá de donde nuestra vista alcanza. Derroteros que te llevan a encontrarte, como destinados fortuitamente, con gente que te abre las puertas de sus casas, las ventanas de su vida, las fundas de sus instrumentos y sus oídos, para hacer como que no te oye cuando echas hasta el último aliento en aquel “It’s the wonder, the wonder of you”.

25 años entremezclados de caras y gestos, horas de flexo y ratón, noches de radio, sábados de concierto de punta en blanco y más de dos vidas que han quedado soldadas entre sí al cruzarse en una de aquellas tardes mágicas en la oscuridad de la pista de baile. 25 años con más historias de las que alcanzamos a conocer y con más caras de las que podríamos llegar a recordar. 25 años que traen un remolque de proyectos de la mano de la solidez de la experiencia. Lejos quedaron aquellos pasos titubeantes que, aunque leves, asentaron en una parroquia los cimientos de lo que somos a día de hoy.

Bromeábamos en el túnel de Las Armas el pasado Summer Festival acerca de los fastos de este año y jugueteábamos con las ideas moldeándolas como plastilina. No se cumplen años todos los días, ni todos los días se hacen 25. Momento de especial importancia para recordar que todos y cada uno de los socios son estrictamente necesarios, que cada ausencia se sufre y se echa en falta una mano amiga en cualquier momento. Todos y cada uno de vosotros, socios y fans, formáis parte de este ente, que quedaría manco, cojo o agujereado sin vosotros.

Somos cerca de setecientos, me chivan. Setecientos y todos a una, somos una fuerza imparable, un respaldo impagable y una maquinaria perfectamente engrasada y curtida en 25 años de rodaje. Setecientos y todos a una estos primeros años. Y los que vendrán en los siguientes, pero siempre juntos. No hay pegamento más fuerte que este Club, capaz de cruzar fronteras y anular distancias, no miramos el cuentakilómetros, miramos la meta: llegar a todos y cada uno de vosotros y terminar cantando a pleno pulmón cada fin de semana, cada festival y cómo no cada verano.

Felices 25 años a todos, y feliz siglo por venir. Que Club Elvis os acompañe.

Siempre con vosotros.

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